lunes, octubre 01, 2007

Nuevos textículos: del 10 al 16

Aunque llevo bastante tiempo sin venir a escribir aquí, sobre todo por culpa de mi blog de arte, lo cierto es que no quiere eso decir que haya desistido de seguir trabajando en esto. La traducción y compilación de los textículos faltantes va a buen ritmo. De hecho tengo ya extractados los textículos del X al XVI, y cuando tenga un ratito libre los terminaré de traducir, compilar y finalmente re-redactar y subir aquí. No quiero adelantaros demasiado, pero Frikipedio vuelve a encontrarse con viejas amistades, enemistades y amorosidades. Nuevos y poderosos enemigos le acechan, entre ellos la terrorífica Bruja Piruxa y un ramillete de monstruos y seres de leyenda que no le dejarán un minuto libre, pero a pesar de lo cual reencuentra el amor y utiliza su ingenio y sus superpoderes para librar fiera batalla contra el Mal.

Paciencia.


miércoles, mayo 23, 2007

Busco traductor de latín

Aunque domino muchos idiomas, tales como el gondwanés o el hierrolano, lo cierto es que para cierto relato que estoy escribiendo necesito una persona que domine el latin pero hasta el punto de poder hacer una buena traducción del castellano al latín, que es justo lo contrario de lo que suele hacerse.

El pago será un ejemplar bellamente ilustrado y encuadernado de la historia completa de Frikipedio el Caballero, que en total consta de unos 20 capítulos de los que por ahora van publicados sólo 9.

Traducciones automáticas abstenerse. Necesito que el texto parezca realmente un texto latín medieval, y no una cosa torpe y absurda. Necesito que los entendidos puedan tener dudas de la autenticidad en sentido positivo.

Os espero en mi dirección de correo: anxova(no spam)gmail.com

El resto del texto aquí

jueves, mayo 17, 2007

¿Y después del noveno?

Hace ya demasiado tiempo que subí el 9º textículo, y prometo que algún día subiré lo que sigue, después de terminar de traducirlo, compilarlo, etcétera...

El 10º capítulo traerá nuevas aventuras, con Sir Frikipedio de Entrerredes acercándose por fin a la Marca Astúrica al frente de sus tropas...

¡En breve!

El resto del texto aquí

domingo, marzo 04, 2007

Al fin el 9º

Después de muchas dudas, después de mucho trabajo también, al fin me decido a publicar el 9º textículo de este magno relato. Es bastante más largo de lo habitual. Supongo que el autor, aprovechando una ausencia del Prior, habrá aprovechado para redactar el relato de los hechos que preceden a la entrada de Frikipedio en las Guerras de Ribadeo, que concluyeron con la recuperación de la plaza para Gondwana, aunque no por luchar contra el Emperador, sino como premio a los servicios prestados. Como no quiero aburriros con esta presentación, he aquí el relato:

Relato en Textículos de las Gestas y Fazañas del Valiente y Nunca Bien Ponderado Caballero Frikipedio, paladín de la Justicia y el Honor, Héroe de la Triunfal Batalla de Eirís, adulto
consumado y Conde Pastafarísimo de Pedia y su pedanía.
Y otrosí de las cuitas y placeres que le causaron sus arriesgados amoríos con la Simpar Inciclopea
.



Textículo IX
El Teatrillo de Sombras Chinescas

El general de las tropas mercenarias esperaba al fondo de la sala. Junto a él, uno de sus hombres de confianza.
Frikipedio no estaba cierto del todo, mas cuando se acercó pudo comprobar que conocía a aquel montaraz.
-¡Krusher! Exclamó.
-¿Frikipedio? ¡Cómo has krrecido!
El general mercenario dio una palmada al muchacho, rompiendo el protocolo debido, lo cual alertó al séquito, que seguía allí.
El Rey Rataube, extrañado, preguntó:
-¿Cómo? ¿Conocéis al Duque de Krusher?
Frikipedio miró sorprendido al general mercenario.
-¿Duque?¿Ahora sois duque? ¡Granuja, cómo habéis sabido cuidaros!
Luego se dirigió al monarca:
-Maxestad. Sí conózcolo. Es Krushy, mi instructor de lucha, en el castillo de mi pad... en mi castillo, cuando era rapaz. ¡La de golpes que nos dimos!
El general interrumpió:
-Frikipedio, vos sois conde ya, mi enhorabuena. Si me permitís, conde, herr maxestad, Sir Cimbrán ya está preparado. No perdamos más tiempo. Si os parrece empezamos...
Pero el Rey no estaba conforme:
-¿No nos presentáis a vuestra mano derecha? ¿Sir Cimbrán?
-Oh, perrdón. Os pido disculpas. Maxestad, Conde... os presento a Sir Cimbrán, mi lugarteniente. Sir Cimbrán, os presento a Su Pastafarísima Maxestad Rataube I el Xusto, y a mi antiguo pupilo, hoy Conde de Pedia, Herr Frikipedio de Entrerredes.
Frikipedio se adelantó y mostró al ayudante de Krusher el gesto de los tres dedos...
-Paz y larga vida...
-Tanto gusto...
Sir Cimbrán apretó la mano en tres dedos de Frikipedio y la agitó como hacen los plebeyos. Frikipedio no acertaba a comprender que los mercenarios suelen carecer de nobleza y elevados ideales.
--
Sir Cimbrán hizo un gesto y los sirvientes descubrieron un retablillo oriental de sombras. Para aquellos que no habéis tenido la fortuna de conocerlos, es una suerte de pantalla sobre la que un teatrero mueve figuras que representan guerreros, aves, pájaros y edificios. Sus sombras se proyectan en la pantalla, hecha con una tela sutilísima. De aqueste modo pueden verse batallas, travesías marinas o lo que el oriental quisiere hacer ver, como cosa de hechicería.
Cuando todo estuvo preparado, Sir Cimbrán comenzó a hablar.
-Maxestad, Sir Frikipedio... sólo les robaré un minuto de su tiempo...
La ocasión es grave. Su territorio corre peligro por la amenaza infiel. Sus fuerzas están mermadas... ¿qué deberían hacer vuesas mercedes? ¿rendirse? ¿formar un ejército de campesinos, tan simples como las ovejas que cuidan?
¡Hay una alternativa!¡Oh, sí!¡Claro que la hay! Ustedes habrán oído hablar de los mercenarios, los montañeses, los traidores de su propia soldadía...
Nosotros no somos mercenarios. No le ofrecemos tropas al mejor postor. Con nuestros guerreros nace un nuevo concepto:
Pago Por Victoria. Vuesas mercedes sólo pagarán por batallas ganadas. El nuestro es el primer ETT, Ejército de Tropas Temporeras, en Gondwana.
El montañés, ataviado con su delantal de cuero de vaca, tenía una oratoria magnífica. Poco a poco fue presentando todas las variedades de contratos de los que su legión disponía:


  • Asalto a Medida: el cliente decide el número de efectivos de asalto, armamento, etc.
  • Pago Contracabeza: el pago se realiza por cabeza entregada, según tarifas oficiales.
  • Agitación Masiva: Soldados especializados se infiltran en el territorio enemigo y alborotan al pueblo contra los gobernantes.
  • Héroes de Alquiler: Auténticos campeones, ataviados lujosamente lideran la batalla a cambio de un precio fijo por hora.
Aquel montañés, que parecía buhonero por su facilidad de palabra, explicaba otras ventajas:
-Además, sus mercedes tiene la total garantía antimercenaria. Si los traicionamos les devolvemos su dinero...
Mientras Sir Cimbrán hablaba, el oriental, tras la pantalla de seda, representaba batallas fantásticas contra ejércitos numerosísimos, sierpes gigantes, brujas horribles, hidras, hechiceros y soldados de la Cruz.
Frikipedio hallábase absorto observando las sombras chinescas, que acompasadas con el experto verbo del mercenario, maravillaban a toda la audiencia. Ni siquiera el Rey, acostumbrado a espectáculos de prodigiosa factura, o a los floridos relatos de los caballeros queriendo hacer méritos, podía evitar mirar las figuras que el bactriano componía.
Durante la cena que siguió al espectáculo, el rey propuso a Frikipedio formar parte de su ejército para lo cual lo nombraría Centurión. En breve, si la campaña marchaba bien, sería General con todos los honores. Otros generales del ejército, presentes allí, eran Belcebú, Marqués de Barrantes, y Satanás, Conde de Albarei, que habían destacado en la lucha contra los Cristianos, entre los que habían provocado gran número de bajas. Tanto era así que los soldados de la Cruz ya juraban contra Belcebú y Satanás, a los que comparaban con el mismísimo demonio.
Al día siguiente, Frikipedio despertó en mullido lecho, en el Palacio de los Reyes. Tras las conversaciones con Rataube y los mencionados Belcebú y Satanás, más otros notables del Reino, había decidido dar su voto favorable a Krusher y su Ejército de Tropas Temporeras. No es que les agradase demasiado la idea de contratar mercenarios, pero de todos los candidatos, la confianza que les inspiraba el antiguo instructor de Frikipedio, junto a la magnífica exposición de Sir Cimbrán y su teatrillo de sombras, había inclinado la balanza hacia ellos.
A los demás, la cláusula de Garantía de Fidelidad contra Traición les había parecido grandemente ventajosa, pero Frikipedio desconfiaba de los contratos en pergamino.
--
Finalmente todos asistieron aquella tarde a la Ceremonia de la firma en el Salón del Reino. Bajo la protectora imagen del Monstruo de Espagueti Volador el Duque de Krusher juró solemnemente el compromiso de poner todo su ejército bajo el pabellón de Gondwana y servir como uno más a las órdenes del Rey. En breve partirían hacia el Imperio Asturíaco, para repeler las hordas cristianas todavía fieles al anterior rey Judas III, junto al cual se hallaba el que fuera monje Ramonicum, ahora general. Se escondían en las montañas de la frontera. En principio acudirían al llamado del Emperador asturíaco, pero si resultaba ser una encerrona, contarían con hombres suficientes para poder repeler al Emperador, a los Cristianos y si hacía falta a la mismísima Bruja Piruxa.


De vuelta a palacio, la sangre de nuestro héroe se agitaba, soñando con la batalla. Frikipedio dirigiría una centuria de soldados de Pedia junto a las tropas montañesas que estaban a las órdenes de Krusher. Su magín ardía cual monte de eucaliptos en agosto. ¡Qué multitud de aventuras le depararía aquella nueva ocasión! ¡Qué nuevas hazañas le regalaría su espada!


Fin del Noveno Textículo

domingo, enero 21, 2007

Coruvigo


Nuevamente, el trabajo exhaustivo de los inciclopedistas ha permitido al mundo conocer parte de la verdad que entre otros, yo voy intentando desentrañar con mi paciente, valiente y valioso trabajo.

En esta ocasión, uno de los sabios de ese grandioso proyecto alojado en Wikia, un tal anxova ha redactado un magnífico artículo sobre la antigua capital de Gondwana, Coruvigo, que podéis encontrar aquí.

No tengo palabras para describir la agradable sorpresa que me ha producido. Y puedo decir que, a la luz de los vastos conocimientos sobre esta materia que me adornan, todo lo que cuenta es rigurosamente exacto.

jueves, enero 18, 2007

Me he quedado corto

Cirilo de Alejandría, santo, y oficialmente instigador de la horrible tortura y muerte de la matemática Hipatia de Alejandría
Según se desprende de la narración de los hechos históricos acaecidos desde más o menos la época de Frikipedio hasta el año 1000, año del edicto Pastafarica Debaclem que da ahora nombre a este blog, durante al menos doscientos años, el Cristianismo se enzarzó en una sangrienta guerra contra la sociedad pastafari de la época, de la cual finalmente resultó el dominio de la Cruz sobre el Espagueti. Los muertos fueron incontables, y la destrucción salvajemente orquestada por la creciente comunidad cristiana, y que en el mencionado edicto tiene valor de Ley, no tiene parangón en la Antigüedad.

La historia oficial, fruto de la ocultación consciente de lo sucedido por parte de la Iglesia triunfante, narra una serie de absurdas mentiras, según las cuales el Cristianismo fue finalmente aceptado por el Imperio Romano.

Según esta historia ficticia que nos han hecho creer durante mil años, una heroica Cristiandad habría divulgado pacíficamente la Palabra por toda Europa desde la muerte de Jesús hasta la caída supuesta del Imperio Romano sobre el siglo V d. C.

No obstante, se supone que los que se ha dado en llaman Padres de la Iglesia, habrían acabado con los restos de paganismo para asentar el nuevo culto.

Estos Padres de la Iglesia, en realidad fueron probablemente figuras históricas intrascendentes que se mencionarían en los documentos internos de una cristiandad entonces clandestina. La propaganda cristiana, que a partir de Silvestre II pudo campar a sus anchas, situó muy inteligentemente a estas figuras clave en una época muy anterior a la verdadera irrupción del Cristianismo en Europa.

En realidad, las investigaciones científicas actuales, aunque silenciadas por intereses políticos y religiosos, han demostrado en una serie de trabajos rigurosos, que fue el Pastafarismo el que protagonizó los últimos tiempos del Imperio Romano, gracias sobre todo a una revolución gastronómica que dinamitó los principios de las instituciones romanas. No es una casualidad que hoy la mayor parte de restaurantes de pasta estén en Italia, o que Giovanni Rana sea además de conocido por sus anuncios de tortelinis, un miembro destacado de la comunidad pastafari.

Según estas investigaciones, el Imperio Romano se diluyó lentamente, y la antigua religión fue dejando paso al Pastafarismo con la misma suavidad con la que los italianos -y todo el Imperio después- se fueron acostumbrando a dejar de comer lenguas de colibrí en mermelada y apreciaron el contundente sabor del parmesano sobre la salsa boloñesa.

Nuevamente en Inciclopedia, compendio universal del saber humano, jamás superada, encontramos una cultísima referencia a este momento histórico:

Jesús, el Cocinero Celestial

En pleno Imperio Romano, nació en Egipto, en extrañas circunstancias un hombre que volvería a poner las cosas en su sitio: Jesús, hijo de José y María, y cocinero de profesión.
Jesús tuvo una serie de revelaciones que le llevaron a darse cuenta de que existía el Monstruo de Espagueti Volador. Quizá tuviera algo de importancia el que el propio Monesvol se preocupó de aparecérsele un día sí y otro también y le explicó con todo detalle como Dominar el Mundo. Para que no se le olvidase nada le regaló un ejemplar lujosamente encuadernado del libro sagrado por excelencia: Sagrado Libro de las 1001 Recetas de Pasta, compendio de toda la sabiduría divina (antecesor de esta Inciclopedia), y con unas recetas para chuparse los dedos. Jesús fue un cocinero de renombre y sus platos revolucionaron la cocina de la época. Muchos romanos empezaron a comer raviolis, tallarines y pizzas, y dieron la espalda a los refinados platos del imperio como las lenguas de colibrí en baba de caracol o los ojos de rana en gelatina.

Los cocineros romanos de la época estaban encantados. Sus restaurantes empezaron a llenarse y parecía que toda Italia hubiese sido creada para comer pasta... pero como siempre pasa, el malo de turno estaba enfadado porque no comía ya nadie sus potingues y consiguió convencer al emperador para que persiguiese a Jesús. Finalmente fue crucificado en la remota región de Judea, por órdenes de un tal Poncio Pilatos, el subordinado de turno. Los pinches de Jesús, doce exactamente, se dedicaron, a la muerte de su jefe, a extender la comida italiana y sus salsas junto a la creencia en el Monstruo de Espagueti Volador. En el siglo V el Imperio Romano desaparece bajo las hordas bárbaras, aunque ya se había convertido irreversiblemente a la fe verdadera, y sus fogones hervían pasta.

Época Dorada

La Edad Media supone la etapa dorada de los pastafaris, y su iglesia se organiza jerárquicamente. En Roma reside el Papa, o Cocinero Celestial (en recuerdo de Jesús), y allí se custodia el Sagrado Libro de las 1001 Recetas de Pasta. La sociedad conoce un auge científico y humanístico sin precedentes, y las ciudades crecen al menos tanto como en Grecia y Roma.

Dios envío un montón de profetas para que extendieran el mensaje pastafariano y aún hay herejes cristianos...
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Dios envío un montón de profetas para que extendieran el mensaje pastafariano y aún hay herejes cristianos...

El Cristianismo

Pero una facción de antiguos creyentes romanos, profesa en la sombra una herejía llamada cristianismo. Según esta herejía Dios es un señor con barba blanca y Jesús un líder político de Judea que tiene superpoderes.
El caso es que poco a poco van pervirtiendo a altos cargos de la iglesia pastafari y sustituyéndolos por personas de su confianza.
Tras 200 años de batallas, en las que sin duda destaca el caballero Frikipedio por sus éxitos que casi aniquilan el cristianismo, estos herejes llegan a tomar desgraciadamente todo el poder de la Iglesia en el siglo XI.

A partir de entonces, no sólo ajustician a todo aquel que no quiera convertirse a su fe, sino que llegan a borrar todo rastro de pastafarismo en la antigüedad y reescriben la historia para hacer creer que la caída del Imperio Romano, los mártires y toda la organización de la iglesia se deben al cristianismo. Derriban ciudades, queman bibliotecas y hasta destruyen el proyecto de nave espacial con motor de curvatura que se desarrollaba en Gondwana. Tallan toscas imágenes sobre los restos de los monumentos al Monstruo de Espagueti Volador, y finalmente parece que esta religión nunca hubiese existido.

La Venganza

En el Siglo XXI, cuando Bush decide dar luz verde a la enseñanza del Diseño Inteligente en todo Estados Unidos, el Monesvol decide volver a aparecer e informa (como otrora hiciera con Jesús) directa y detalladamente a Bobby Henderson sobre la verdadera naturaleza divina.

Desde entonces el auge de Dios es imparable de nuevo, y los cristianos deben hacer frente a sus excesos, puestos de relieve en el nuevo libro sagrado: Las Nuevas 1001 Recetas de Pasta. No es casualidad que la página web oficial de la nueva Iglesia Pastafari sea http://www.venganza.org.



De Inciclopedia, Pastafarismo, historia.

Gracias a los importantes trabajos de investigación antes referidos, hoy sabemos que el Cristianismo destruyó la mayoría de los templos y palacios, bibliotecas, etc, construídos por el Pastafarismo antiguo y medieval. No obstante, los restos de edificios que suelen atribuirse a los romanos, son en realidad vestigios pastafaris, según muy recientemente demostró el Doctor Julius Sisah, importante paleopastafariólogo. La saña puesta en la destrucción fue tal que no han bastado mil años de dominación para silenciar tal ignominia. Los muertos se encuentran por doquier, y para poder justificar todo el montaje, inventaron la persecución de los paganos a partir de la época de los Padres de la Iglesia mencionados.

Pero una atenta lectura a las Crónicas antiguas y medievales, y hasta de la hagiografía clásica y medieval, permite hacer un recuento de víctimas, atribuídas a estos tiempos, pero que debieron suceder mucho más tarde, bien durante las Guerras Pastafaris, o al terminar, en los doscientos años de agonía pastafari que vinieron tras el edicto Pastafarica Debaclem.

Hace poco encontré en Internet una página web, llamada Herencia Cristiana, en la que si bien cometen también el error de dar por cierta la historia oficial, se dedican a recoger un exhaustivo recuento de víctimas de las hordas cristianas, y no sólo de los primeros tiempos. No deja de sorprender que sea la propia Iglesia quien haya permitido la difusión de estas listas de mártires paganos, pero así es. ¿Sería para evitar la vuelta del Pastafarismo?

Es cierto que los pastafaris, en sus sucesivas Cruzadas -narradas entre otros estudiosos por quien esto escribe- no fueron precisamente amables con los ejércitos de la Cruz...

Pero el número de muertos y las atrocidades narradas oficialmente por los propios cristianos son de tal calibre que sólo puedo decir: ¡me he quedado corto!